Éxodo 31:2-6 «Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Mira, he llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Urí, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y le he llenado del espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en saber hacer toda obra de arte, en trabajo de oro, de plata y de bronce, en lapicería de piedra preciosa, en obra de maderista y de entallador, y en toda idea artística. Y Josué hijo de Nun, criado de Moisés, era joven, y no se apartaba del tabernáculo.»
1 Crónicas 28:19-21 «Y David dio a su hijo Salomón el diseño del atrio, del tabernáculo de reunión, de sus cámaras, de sus aposentos altos, de sus cámaras interiores y de sus cámaras de los recamareros; y el diseño de todos los que el espíritu de Dios le había hecho concebir, para el atrio de la casa de Jehová, para las cámaras de la casa, para los tesoros de la casa de Dios y para los tesoros del arca.»
Mateo 19:26 «Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.»
En la construcción de un platillo volador, los números vivientes aparecen con infinitas geometrías numerales; la forma de cada número depende de su propia evolución numeral; el verbo solar escoge los infinitos pedidos de reencarnación de las galaxias numerales; tal como escoge la de las moléculas; si una criatura humana presenciara esto, nada vería; porque su vibración de penetración es microscópica; la mente y la visión humana no penetran lo invisible; no saben el macrocosmo que exsiste dentro del microcosmo; en la construcción de los platillos voladores, a mayor poder de verbo solar, más infinitamente microscópica é invisible, es la construcción de los platillos; los conglomerados de elementos que participan en llegar a ser una nave celestial, lo hacen sometiéndose a las microscópicas fibras mentales de los padres solares; lo amorosamente subordinado se somete con humildad al divino mandato del mayor; aquí no se trata de sometimiento de fuerza; aquí se vé que el divino poder concede una nueva y desconocida ciencia; allí no es necesario conversar ni convencer; porque allí mirando se escoge; para que la criatura humana vea la construcción de un platillo volador, los padres solares tendrían que volverse también un polvito; en el Macrocosmo llamado Reino de los Cielos, nada tiene límites; y el propio límite encuentra a la vez, su propio límite y dimensión; más, allí lo transformable se hace a la velocidad del rayo; si una criatura humana en su propio desarrollo, necesita de cierto tiempo, allí no lo necesita; lo lento en crecer se hace instantáneo; y lo instantáneo se vuelve lento; la pausa se vuelve ruído atronador; y el ruído del trueno se vuelve pausa; el desarrollo de una molécula con su límite de microbio, se vuelve colosal planeta-molécula, en todos los grados de tamaño imaginables; cuando los padres solares construyen un platillo volador, ellos fijan la dimensión correspondiente; y en el momento de hacerlo, lo hacen pensando en enseñanzas infinitas para el universo que los observa; ellos saben que nada oculto exsiste en el Reino de los Cielos; y que ellos nada deben ocultar; y saben que el que tan sólo cae en una molécula de ocultismo, el tal no vuelve a entrar al Reino de los Cielos; saben que toda molécula y todo lo microscópico, habla y se expresa al Eterno, en su respectiva ley; durante el divino proceso de materializar un hecho, los padres solares están en todo instante, en eterno contacto con el divino Padre Jehova; aunque la mayor de las veces el divino Padre Jehova no se deja ver, ellos saben que siempre los observa; ya sea transformado en elemento mismo, ya sea observándolos en alguna pantalla de television solar de algún mundo, ó sol ó platillo volador; los divinos medios de que dispone el Eterno no tiene límites; la divina aparición del Padre Jehova, siempre ocurre en forma inesperada é instantánea; a todos llena de una sorpresa y alegría inaudita; el número viviente como todo lo que exsiste, exsistió y exsistirá, conversa con el todo sobre el todo del Universo Expansivo Pensante; esta infinita conversación ocurre en infinitas formas; una de ellas es por las pantallas de television solar, que poseen todos los planetas y soles, que no están en leyes de prueba; toda morada planetaria ó solar, que no pidió en determinado instante de su tiempo de desarrollo, prueba de vida, se comunica en todo instante con lo que ocurre en el resto del universo; de conocidas y desconocidas galaxias, llegan noticias; y presencian construcciones de platillos voladores por siempre jamás; la Television Solar fué dada a conocer al mundo de la prueba de la Tierra, como el Libro de la Vida; porque en la television universal, se ven formas y escenas de otras vidas; durante la construcción de los platillos voladores, infinitos familiares de los números vivientes y de las moléculas, los despiden por divina telepatía universal; y los observan en maravillosas televisiones solares; esta television al igual que la creación, no tiene límite conocido; exsiste en el macrocosmo y en el microcosmo; la conocen los colosales soles como la conocen los soles microbios; es ciertamente una de las infinitas maravillas del Eterno; divino Padre Jehova, ¿qué diferencia exsiste entre la television de la Tierra y la television solar? la diferencia es infinita hijo; la television de la Tierra, es producto de ciertos elementos de la Tierra; y de verdad te digo hijo, que nada de esta television quedará; en el Milenio de Paz que viene al mundo, el Hijo Primogénito en su divina gloria y majestad, creará la Television Solar en la Tierra; la television que no tiene fín y que nada costará; con la television solar casi no es necesario salir del planeta, para conocer otros mundos; el mundo de la prueba de vida, estará fascinado observando, lo que jamás imaginó ver; y te diré hijo, que es más fácil que envejezca y desaparezca la Tierra, y nó la television solar; lo salido de Dios es eterno; lo salido de sus hijos es efímero; los soles Alfa y Omega al crear la Tierra, pidieron al divino Padre Jehova, crear un mundo con límites físicos; lo único que eran eternos, eran los espíritus pensantes, que pidieron conocer la vida humana; y la pidieron como prueba porque nada sabían de tal forma de vida; es lo que quise decir hijo, cuando dije al mundo de la prueba: La Tierra pasará, más, mis palabras no pasarán; lo último significaba que nueva doctrina planetaria daría al mundo de la prueba; que corresponde al mismo divino Juicio Final; continuemos hijo con la construcción de los platillos voladores; hágase tu divina voluntad, divino Padre Jehova; los números vivientes al reencarnar a platillo volador, lo hacen conservando sus libres albedríos de números; es así que entre ellos hacen divinas alianzas de convivencia en la galaxia llamada platillo volador; así nacen las familias; otros deciden principiar solos; en los números vivientes se cumplen las mismas leyes, que a los hombres les fueron dadas; es decir, vivir en lo que pidieron conocer, con la más alta ó elevada moral, que la mente humana pueda imaginar; los números vivientes piden también divinos evangelios numerales; tal como lo pidió el género humano; porque nadie es desheredado; todos piden al divino Padre Jehova, conocer en sus respectivas leyes de vida, la igualdad; la ley común del diario vivir en el Reino de los Cielos; ni los números vivientes, piden lo desigual, porque saben que quien se deje influenciar por lo desigual, en los lejanos planetas de prueba, no vuelven a entrar al Reino de los Cielos; en los números vivientes que piden experiencia galáctica en los platillos voladores, hubieron muchos que fueron criaturas humanas y de animales, en otros planetas tierras; esto ocurrió cuando en virtud de sus libres albedríos espírituales, decidieron conocer el mundo de la carne, porque lo desconocían; y pidiendo ser criaturas de carne, pidieron también conocer la sensación de lo numérico; porque también lo desconocían como sensación; muchas criaturas humanas de las que actualmente están en la Tierra, fueron números vivientes en los platillos voladores; es por esta ley del pasado espíritual, es que muchos se emocionan con sólo escuchar, las historias de apariciones de platillos voladores sobre la Tierra; es un recuerdo, de que ellos fueron como ellos; es por esto es que fué escrito: Lo de arriba es igual a lo de abajo; muchos de los de la Tierra, fueron como los de los platillos voladores y como los de los otros mundos; el libre albedrío es infinito en sus propios deseos, cuando se decide conocer lo que no conoce; una vez conocido lo que no conocía, pide volver a conocer; la pluralidad de ser infinita forma de criatura, se debe a que nada es imposible para Dios; el divino Creador ofrece a sus hijos, cuantas vidas deseen; sólo que no hay que violar sus divinas leyes, ni en una molécula; porque es infinitamente justo; las criaturas humanas el año 2001, verán la television solar; y en ella verán sus pasadas reencarnaciones; ellas mismas se reconocerán; la conciencia y la intuición estallan cuando se reconocen en lo que fueron; y te diré hijo, que los que negaron el nacer de nuevo, se llenarán de la más grande de las verguenzas de sus vidas; porque negaron durante la prueba de la vida, lo que no conocían; los que se mofaron de la ley de la reencarnación, desearán morir ante la infinita verguenza que de ellos se apoderará; el número viviente al crear familia en su propia reencarnación, expande su herencia numeral; se multiplica por voluntad propia; las familias numerales y las familias de las moléculas, son de gloriosa y eterna alianza en el universo viviente del divino Padre Jehova; se podría decir que no hay planeta del cosmos, que no conozca esta infinita alianza; todos recurren a ellos, para conocer tal ó cual forma de vida; el número viviente es de fuego-líneal en su divina geometría original; es decir que no teniendo la línea solar límite alguno, el número viviente es una microscópica parte de ella; la herencia originaria en su pasado, lo inicia una pareja de soles; y ellos a la vez, de otra pareja de soles; cada espíritu determina su propia línea solar, en virtud de su libre albedrío espíritual, al volver a escoger de nuevo, vida nueva; sin tomar en cuenta, las otras líneas solares, que también en virtud de sus libres albedríos, determinaron sus propios destinos; cuando el espíritu pensante viola las leyes que él mismo pidió en el Reino de los Cielos, el espíritu desvirtúa a su propio lugar de orígen; y no es recibido en tal lugar; los números vivientes, las moléculas, las virtudes, las sensaciones, las ideas que generó durante la prueba de la vida, se quejan contra él; y piden divino juicio a Dios; es el juicio al todo sobre el todo; es el mismo divino Juicio que pidió la Tierra; el todo sobre el todo de sí mismo, fué expresado por las palabras que dicen: Y habrá un divino Juicio, por sobre todas las cosas; por sobre todas las cosas, es el todo sobre el todo; el número viviente también participa en el divino Juicio Final; como también participan los elementos de toda la naturaleza; el todo sobre el todo, sobrepasa en grado infinito, el propio conocimiento humano; es por ello que nada imaginable queda al azar en el divino juicio de Dios; en la construcción de todo platillo volador, cualesquiera que sea su jerarquía de platillo, el número viviente y la molécula son siempre el Alfa y la Omega, de sus propias exsistencias galácticas; el número viviente participa en todo suceso que ocurre en estas naves solares; ellos los números, son los más sabios del todo sobre el todo, de un platillo volador; porque no hay quien no tenga necesidad de ellos; el número viviente está en toda inteligencia de toda criatura del universo; porque por divino cálculo se creó toda inteligencia y todo planeta; el número viviente estando en todo lo imaginable, está también en los cálculos de los hechos mentales, de toda criatura humana; de todo el que generó ideas, instante por instante; y no habrá quien no recurra a sus números vivientes, cuando cada cual determine calcular su propio puntaje celestial, ganado en la prueba de la vida; el todo sobre el todo, se juzja segundo-molécula; se juzja por el número de ideas que se pensó dentro de un segundo y menos de un segundo; la acción mental de cada uno se mide en el divino Juicio de Dios, por segundo; y la acción sobre la materia se mide en el divino Juicio Final, por molécula; esta divina ley tiene un todo sobre el todo igualitario, con el todo sobre el todo, de la construcción de los platillos voladores, que se han acercado al planeta Tierra; así como un número viviente se unió a una molécula para conocer la experiencia de platillo volador, así también el número viviente que se unió a la mente humana, lo hizo por molécula de carne del todo sobre el todo de sí mismo; lo de arriba es igual a lo de abajo; el número viviente de los platillos voladores, posee mayor jerarquía de poder, que el número viviente de la Tierra; es por ello que el número de arriba juzja al de abajo; uno venido del macrocosmo juzja a uno del microcosmo; el que sea mayor en jerarquía numeral, significa que tal número galáctico, a vivido más, conoce más, sabe más, posee mayor verbo creador y posee mayor poder de transformación en otros, como lo demanda su propio poder galáctico; la subordinación y el poder de transformar a otros, marchan paralelos a la línea solar, cuando el espíritu a pedido un divino Juicio Final, a su propio sistema de vida planetario, elegido por su propio libre albedrío; el mundo de la vida de prueba, al no incluír la igualdad en sus propias leyes, desequilibró a su propio número viviente; como igualmente desequilibró a sus 318 virtudes de su propio pensar, y a todas las moléculas de carne de sus propios cuerpos; el todo sobre el todo de sí mismo, fué desequilibrado; y todo ser pensante que se desequilibra por violación a la ley de Dios, termina en los divinos Juicios Finales, con psicología de llorar y crujir de dientes; si el mundo de la prueba no se hubiese desequilibrado, sus criaturas tendrían psicología de serenidad para enfrentar un divino Juicio, que ellos mismos pidieron en el Reino de los Cielos; los números vivientes subordinados amorosamente al hijo de Dios, tratarían de igual a igual, a los hijos de este mundo, si estos hijos, hubiesen incluído a la igualdad en sus leyes de sistema de vida; la prueba de la vida consistía en hacer del planeta que no se conocía, un microscópico Reino de los Cielos; en la prueba de la vida había que imitar a la divina igualdad del Reino de los Cielos; porque imitando en lejanos planetas, a lo del reino, es más fácil volver a entrar al reino; la advertencia suprema para este mundo de prueba, era de que satanás dividía para reinar; y el extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro, se valió de la extraña división, para poder reinar; y en la prueba de la vida, no había que dormirse para no dejarse sorprender por satanás; es por ello es que fué escrito: Todo espíritu duerme; a satanás que había tomado la forma de sistema de vida, no había que perdonarle ni una molécula de influencia de extraña división; porque basta conocer en sí mismo, a la extraña influencia de la división, y el espíritu no entra al Reino de los Cielos; porque el todo sobre el todo de sí mismo, se queja a Dios, de que fué influenciado, por algo que no pidió en el Reino de los Cielos; y entre los infinitos acusadores, están los números vivientes y las moléculas; y sucede que como a todos se les dió un libre albedrío, en sus respectivas leyes, es que un número viviente posee un libre albedrío, diferente de otro número viviente; y el de una molécula diferente a la de otra molécula; y teniendo el todo sobre el todo, un libre albedrío, es que trillones de ellos perdonan y trillones no perdonan; cuando se perdona, el Divino Padre Jehova también perdona; porque se mandó perdonar; es más fácil que sea perdonado en el divino juicio, uno que a otro perdonó en la prueba de la vida; a que sea perdonado uno que a nadie perdonó; el número viviente está también en los elementos de la naturaleza; y estando en los elementos, el número viviente participa en todos los acontecimientos del divino juicio; en los grandes y en los pequeños; el número viviente participa en la resurrección de toda carne; y los que no creyeron en él como tal, no serán resucitados; porque para poder recibir un divino premio, había que creer y tener fé en el premio; el número viviente como todos los elementos vivientes de Dios, leerán toda mente en el instante de la resurrección de toda carne; para que la criatura humana no cayese en una extraña incredulidad, es que todos debieron haber creído y profundizado, durante la prueba de la vida, el divino término: Dios es Infinito; infinito significa que todo lo imaginable lo puede hacer realidad; el número viviente al leer la mente, leerá que tal ó cual espíritu de la prueba de la vida, empequeñeció a Dios; que es su mismo Dios; y no querrá prestar su divino concurso para eternizar a un negador del Eterno; esta divina ley de Justicia, hará llorar a millones y millones de seres que no creyeron ni se preocuparon en creer, durante la prueba de la vida; bastaba creer en su propia eternidad, para recibir eternidad; el número viviente y todos los elementos de la naturaleza, conversarán telepáticamente con el Hijo Primogénito, tal como ocurrió en el pasado; del cuerpo del hijo de Dios, saldrán infinitos y microscópicos cordones solares, cuyos extremos estarán unidos a cada una de las moléculas de los elementos de la Tierra; y en medio de ellos, los números vivientes; esta ley se hace en medio de brillos solares; la atmósfera hace de puente comunicante, en lo que a físico se refiere; en lo que está al alcance de los ojos; el número viviente está en cada molécula de cada elemento; la resurrección de la carne es una divina ley que en infinitos mundos se cumple; é infinitos la tienen anunciada en sus divinos evangelios planetarios; el número viviente actúa en psicología de equilibrio numeral; y se armoniza con todos los conceptos de cálculos, que todas las mentes poseen en sí mismas; la resurrección de toda carne, es un divino proceso en que el todo sobre el todo de cada uno, queda preparado para amoldarse, para ir a cualquier punto del universo;
es la carne eterna de todo bienaventurado; el número viviente de la actual carne humana, es un número de prueba; tal como lo es el espíritu; las pruebas se piden y los premios de resurrección de sí mismo, se conceden; el número viviente enlaza a cada molécula de carne eternizada, por el divino verbo solar, con el infinito; los niños-genios del nuevo mundo, no necesitarán trajes espaciales, para viajar a otros planetas; salvo cuando ellos se impongan pruebas voluntarias, para ganar puntaje celestial; esto se llama en el Reino de los Cielos, aumentar la divina añadidura del divino Padre; en todo disfrute de toda gloria, siempre se piden pruebas espírituales; el vencer dificultades de cualquier orden, constituye prueba; el número viviente estando en todo lo creado, está también en todas las pruebas que piden las criaturas del universo; es el Alfa y la Omega de todo lo pensado y de todo lo creado; el número viviente que cada cual pide en sí mismo, hace destino común con el espíritu; esto significa que según la moral vivida por todo espíritu pensante, así es el grado de felicidad que siente el todo sobre el todo numeral; lo que hacen los espíritus en sus respectivas jerarquías de lo que son, repercute molécula por molécula en su todo viviente; la Moral es una forma de magnetismo, que debió haberse creado de sí mismo, en la prueba de la vida; era la propia criatura, la que se magnetizaba, con su propio magnetismo llamado moral; para poder lograr la más elevada moral, que la mente pueda imaginar, había que saturarse de la divina psicología del divino evangelio del Padre Jehova, y de sus divinos Mandamientos; los divinos Mandamientos representaban para los que pidieron la prueba de la vida, la diaria moral de sus exsistencias; instante por instante, idea por idea, molécula por molécula, segundo por segundo; y en cada uno de los microscópicos, está el número viviente; como lo de arriba es igual a lo de abajo, los tripulantes solares de los platillos voladores, tienen que cumplir también, divinos evangelios ó Sagradas Escrituras, correspondientes a sus jerarquías solares; tal como los espíritus de la Tierra, lo hacen en su jerarquía humana; el número viviente teniendo causa infinita, tal como la tiene el espíritu humano, se manifiesta también en infinitas jerarquías vivientes; exsisten números vivientes en jerarquías del macrocosmo y en jerarquías del microcosmo; el número viviente hace divinas alianzas de vida, tanto con los microbios como con lo gigantesco del universo; el número viviente irradia en las moléculas y en las virtudes, un magnetismo mental, en que en sus leyes vivientes, reconoce a su padre solar; es la ley de atracción entre lo que se fué y de lo que será; esta sensación es un divino pedido de reencuentro entre padre solar é hijos; esto dá lugar en el mundo de prueba y en el instante dado, a que se conozca la divina ley del universo viviente de Dios; y es el principio de la más grande revolución en el respectivo planeta; y según la psicología pensante que vivió y conoció la criatura durante su prueba de vida, así es también su reaccionar ante la nueva ley; en la Tierra planeta de prueba, la reacción mental de sus criaturas será del llorar y crujir de dientes; esto se llama en el Reino de los Cielos Juicio Mental según su propio pensar; la extraña psicología humana, no profundizó el concepto, de que Dios todo lo podía; la psicología humana hizo del infinito una psicología muda y contemplativa; su primitivismo no le dió para una ciencia, que debió haber vinculado su propio sistema de vida, con el infinito mismo; la criatura humana se dividió y se desvirtuó en un microscópico presente; y se ganó un destino que será llamado por las criaturas del futuro, El Ocaso de un extraño mundo; mundo de prueba que hasta en sus últimos tiempos a su caída dudó de la divina Revelación enviada por el divino Padre Jehova, y que ellos mismos pidieron en el Reino de los Cielos; un extraño mundo que su propia caída que se dió, así mismo, fué instante por instante; porque instante por instante, fué entretenido por una extraña ilusión, a la posesión pasajera; el número viviente también fué ilusionado y dividido, por el espíritu al cual se unió momentáneamente por un instante llamado vida; esta extraña ilusión y división se paga en el divino Juicio Final, de la siguiente manera: Tres cuartas partes del divino juicio recae sobre los creadores y sostenedores, del extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro; y un cuarto del divino juicio, recae en los pecadores a los cuales se les obligó a vivir, un extraño sistema de vida, que no pidieron a Dios en el Reino de los Cielos; porque nada injusto se pide a Dios; en el Reino de los Cielos, se le llama extraño a lo que no está escrito en el reino; y el llamado capitalismo, es lo que no está escrito; porque nadie lo pidió; el número viviente al reencarnar ya sea en las construcciones de los platillos voladores, ya sea en los planetas ó soles, ya sea en criaturas, lo hace pidiendo la igualdad numérica; tal como los espíritus humanos pidieron la igualdad espíritual; nadie pide a Dios lo desigual, porque es cosa sabida, que tal pedido es una extraña injusticia, que no tiene sentido en la infinita ley de amor, del divino Padre Jehova; el número viviente en su libre albedrío de número, se queja y se expresa delante de Dios, de que fué influenciado por algo desconocido, que él como número viviente, no pidió; la prueba de la vida consistía en conservar la misma inocencia conque se había salido del Reino de los Cielos; y el número viviente en medio de un llorar, pide y reclama a su inocencia original; he aquí el drama que se causó en la prueba de la vida, a trillones de moléculas de carne y de ideas; todas reclaman y piden justicia contra los culpables de sus dramas; porque sin la inocencia original dada en el Reino de los Cielos, no se vuelve a entrar en el reino; esta ley fué anunciada al mundo de la prueba, en la divina Parábola que dice: Y habrá llorar y crujir de dientes; el número viviente en el Juicio Final, también pedirá que los que lo dividieron, en su concepto que de Dios tenía, sean también divididos y confundidos, en este mundo y en otros mundos; porque cada vez que todo espíritu, pide volver a nacer de nuevo, para conocer vida nueva, lo hace teniendo en cuenta, sus juicios anteriores que corresponden a otras exsistencias, que cumplió en otros pedidos de vida; la deuda de todo espíritu como el premio ganado, no tiene límites, porque habiendo salido de Dios, se le enseñó que lo de Dios era infinito; y siendo infinita su causa, no exsiste el límite en ninguna forma imaginable; ni en las leyes de las tinieblas ni en las leyes de la luz; el número viviente también se comporta en forma infinita; porque el infinito del cual que forma parte, lo creó un mismo Dios nomás; el número viviente al tener ley infinita, se vá expandiendo jerárquicamente, tal como se expande el Universo Expansivo Pensante; la expansión de lo microscópico se hace igual como ocurre con lo gigantesco; lo de arriba es igual a lo de abajo; lo de afuera cumple la misma ley que lo de adentro; el todo sobre el todo se expande partiendo de sí mismo y sucediéndose en lo variable infinito; en que las microscópicas características del desarrollo de lo variable, se van expandiendo y constituyéndose en universos que jamás tendrán límites; y sucede que cada uno en sí mismo, se constituye en el movimiento eterno; lo eterno de sí mismo, vá dejando por herencia y por creación expansiva, nuevos cielos eternos; todo lo que se será se es, y se fué, absolutamente todo salió de sí mismo; lo que se es constituye la más perfecta de las medidas, de la divina Justicia de Dios; cada reencarnación ó nacer de nuevo, es un nuevo punto de partida que dará lugar a otros infinitos puntos de partida; los puntos de partida en la criatura humana, corresponden en número, al mismo número de moléculas de carne, que posee cada cuerpo humano; cada reencarnación es un nuevo punto de partida; es una nueva imágen de Dios; a imágen y semejanza de Dios; cada criatura del universo lo es; porque todos salieron de un mismo Dios nomás; el número viviente también es a imágen y semejanza de Dios; el todo sobre el todo lo es; porque nadie es desheredado, habiendo salido de un mismo Dios nomás; el número viviente al reencarnar en platillos voladores, lo hace pensando en libre albedrío; la unión lo sitúa en mundos nuevos, en que en todo momento estará recibiendo, órdenes de muchos padres solares; el número viviente como la molécula viviente, se unieron a un verbo solar, cuya morada será instante por instante, un platillo volador; tal como los seres humanos se unieron a un planeta Tierra, para conocer el verbo de la carne; es por esto es que fué escrito: El Verbo se hizo carne; lo que se hace sale de sí mismo y se vuelve pedido hecho a Dios; el número viviente al participar en todos los sucesos de una vida, lo hace como juez de suceso; siente, vé y se expande; y en todos los instantes en que el espíritu humano genera ideas, el número viviente las penetra como quien se sumerge en un océano; este océano está constituído por todos los magnetismos de las sensaciones, que el espíritu pidió conocer en la prueba de la vida;el comportamiento del número viviente, es igual al comportamiento del espíritu, en la dimensión humana;lo que sucede en el interior de sí mismo, es una réplica de lo que sucede en el exterior; el número viviente de un platillo volador, también es influenciado por lo que hacen y piensan los padres solares; esto significa que también los padres solares, están expuestos a los divinos juicios de Dios; un juicio solar no es lo mismo que un juicio humano; porque el poder del verbo no tiene la misma ciencia; el número viviente actúa por ley magnética y por jerarquía; dentro de un todo sobre el todo, exsisten infinitas jerarquías de todo; microscópicas dimensiones dentro de lo microscópico; esto explica el concepto que tiene cada uno, de las diferentes medidas y capacidades mentales; lo mental se expresa por jerarquía de entendimiento; y este entendimiento vá variando en las medidas conque ocurren los sucesos, instante por instante; el número viviente con todas las virtudes del pensar, no se deja ver; sino, que se deja sentir; en los platillos voladores se cumplen otros tiempos en los instantes en que ocurren los sucesos; la mente solar posee mayor número de dimensiones, porque su ciencia es mayor; y siendo mayor, tiene mayor poder en dimensiones de mundos que visitan; ningún padre solar lo abarca todo; sólo el divino Padre Jehova lo abarca todo; más la potestad de los primogénitos solares, es la que sigue después del Padre Jehova; las infinitas jerarquías del universo que no tienen fín, saben esta ley cósmica; el número viviente está también en poder primogénito, en su respectiva filosofía numeral; el todo sobre el todo está representado en todas las infinitas jerarquías del universo; porque nadie es desheredado en la creación de Dios; el número viviente participa en los platillos voladores, de todo acontecimiento que ocurre dentro y fuera de la nave; ellos los números son consultados, como es consultado el todo sobre el todo; en los platillos voladores se ven leyes que maravillan; dentro de sus naves se escriben los divinos Juicios y destinos de infinitos planetas; allí se tiene una divina y eterna comunicación con el Reino de los Cielos; lo que se hace en el Reino de los Cielos, también se hace en los platillos voladores; el número viviente participa en todo lo que ha de suceder en los futuros acontecimientos, de un planeta, sol, ó cualquiera otra infinita creación; en los platillos voladores todos tienen obligaciones en sus propias jerarquías; el Alfa y la Omega de sus divinas filosofías, abarca sensaciones de lo conocido y lo desconocido; en que se van descubriendo desconocidas leyes; el viajar por un universo sin límites, es encontrar experiencias también sin límites; lo desconocido para ellos, constituye la suprema felicidad; porque todos tratan de expandir en los mundos desconocidos, las enseñanzas y ciencias que vivieron en sus respectivos Reinos de los Cielos; lograr transformar a un mundo que violó la divina ley de Dios, es para ellos la suprema felicidad; y poner tal mundo, a los divinos pies del Eterno; lo último es término inmortal que se escucha en todo el infinito universo; esta ley corresponde a los que visitan a los mundos de las tinieblas y de la Luz; ocurre que muchos mundos de la luz, caen en tinieblas porque no saben ó no quieren vencer sus complejos de soberbia; lo último es el caso de la Tierra, planeta de prueba de vida; sus criaturas que pidieron conocer una forma de vida, para poder desprenderse de su primitivismo, no quieren desprenderse del extraño complejo, de usar la fuerza para la convivencia diaria; dispusieron para ello, de muchos siglos, y aún no cambian; el divino Juicio Final los sorprende sin que aún se hayan despojado de tan extraño complejo; este extraño complejo que se prometió a Dios, vencerlo en la prueba de la vida, es lo que llenará de ira divina, al Hijo Primogénito Solar Cristo; porque el uso de la fuerza en la prueba de la vida, nadie lo pidió al Padre Jehova; los números vivientes actúan en todo enojo de la divina majestad solar; y el enojo numeral provoca cataclismos planetarios; los océanos del planeta se desbordarán cuando el Hijo de Dios se llene de ira, al ver los extraños cuarteles militares, en donde se le enseñaba a los hijos de Dios, a matar; los números vivientes que todo lo equilibran cuando sienten el enojo de su padre solar, obedecen al enojo del Padre; son simultáneos é instantáneos al divino carácter de su Primogénito Solar; los números vivientes serán comprendidos por el mundo de la prueba, con lágrimas y alegrías; porque los números vivientes también participan en todo premio ganado por la luz; es por esta ley es que fué escrito: Por mi causa lloraréis y por mi causa os regocijaréis; era la causa que provocaría la intervención del Hijo Primogénito, con sus leyes solares en su futura reencarnación de Juez del divino Juicio Final; el número viviente de los platillos voladores, se unen a los números vivientes del todo sobre el todo, de un padre solar; su inmenso poder no tiene igual; toda la naturaleza queda subordinada amorosamente a los divinos mandatos del Padre Primogénito Solar; la intervención de los platillos voladores en el divino Juicio Final, fué anunciada en el evangelio del Padre Jehova; escrito fué: Señales en los Cielos; todo el mundo de la prueba de la vida, estarán observando el espacio, como jamás fué observado nunca; porque por sus propios ojos verán flotas infinitas de platillos voladores, de las más variadas jerarquías galácticas; el número viviente está infinitamente enlazado a todas las moléculas de la naturaleza, por infinitos cordones solares; formando un todo sobre el todo, en todo; lo emocional en los seres pensantes, también está entrelazado y enlazado a las moléculas de la atmósfera y éstas, a las moléculas de los elementos de la naturaleza; en el divino Juicio Final, en la era del llorar y crujir de dientes, todo molecularmente hablando, estallará en un sentimentalismo como jamás se vió ni se verá en esta Tierra; el número viviente al desequilibrarse por causa de las violaciones del mundo de la prueba, clama en forma instantánea, su injusticia; y como su ley es penetrante y a la vez expansiva, llega a toda conciencia; y llegando a toda conciencia, ésta determina grandes cambios que en su conjunto se denomina revolución; el arrepentimiento del mundo de la prueba, hace que surjan nuevas costumbres, que causan espanto a los que estaban acostumbrados, a enseñar costumbres inmorales; entre las últimas estaba la extraña costumbre de que los hijos del Padre se mataran; por causas desconocidas al Reino de los Cielos; la única causa conocida en el reino de Dios, era y es la de no matar ni de mandar a matar ni matarse; el número viviente en su libre albedrío de número, pedirá al hijo de Dios, que los que mandaban y enseñaban a otros como matar, los tales reciban igual muerte; porque los números vivientes cumplen con todas las divinas parábolas y leyes divinas, que el mundo de la prueba pidió como prueba; uno de ellos dice: Con la vara conque medístes a otros, así serás medido; que quiere decir: sensación que a otros deseástes, se recibe en sí mismo; sensación por sensación; esto hace que los llamados ricos, surgidos durante el extraño mundo salido de las extrañas leyes del oro queden en la más grande pobreza, que mente alguna pueda imaginar; es una de las verdades del llorar y crujir de dientes; los que durante el desarrollo de sus propias vidas de prueba, hicieron caso al divino evangelio de Dios, bién podrían no quedar en la miseria; porque el número viviente en la ilustración hacia lo de Dios, los defendería en el divino Juicio Final; letra por letra, ellos serán defendidos; y esta defensa sería la mayor tabla de salvación de criatura pensante; porque el número viviente encuentra en su reencarnación en el divino evangelio de Dios, su más elevada jerarquía; porque lo de Dios no tiene límite; quien se aferra al divino sello de Dios, salvo es en sus yerros.-
ESCRIBE: ALFA Y OMEGA.-
Estamos emocionados de presentarles una nueva herramienta en nuestro sitio web que les permitirá mejorar su experiencia de lectura. Ahora pueden tomar notas y subrayar texto directamente en nuestras páginas, lo que les ayudará a llevar un registro detallado de sus lecturas y reflexiones.
¿Cómo funciona?
Beneficios:
¡Esperamos que esta herramienta te sea de gran ayuda para llevar un registro más completo y personalizado de tus lecturas!
¡Prueba la herramienta ahora y mejora tu experiencia de lectura!
Si tienes alguna pregunta o necesitas ayuda, no dudes en contactarnos.
¡Feliz lectura!