Isaías 2:4 «Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.»
Isaías 11:6 «Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.»
Apocalipsis 21:4 «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.»
Si Hijo Primogénito; dibujaremos el divino símbolo del futuro; esta divina Bandera representa la total felicidad de quienes cumplieron con mi divina ley de amor; representada en mis divinos mandamientos; todo aquél que ha trabajado toda su vida de pasajera prueba espíritual, tiene el divino derecho de izarla en su propio hogar; más no, los que han vivido de la maldita explotación de mi divino rebaño; esto significa que toda nación comercial, no tiene derecho a ella; pues la filosofía de naciones ricas y naciones pobres, no es árbol plantado por tu divino Padre Jehova; y de raíz será arrancado; mis divinos Mandamientos, de haberse cumplidos al pie de la letra, habrían hecho de este planeta Tierra, un divino paraíso de la carne; es decir que a pesar de ser mortales mis hijos terrestres, vivirían y partirían con una dulce sonrisa en sus labios; pero no fué así; la ciencia del bién, sobrepasó momentáneamente mis divinos mandatos; así lo quise hijo divino, para que se cumpliera la divina parábola que dice: Todo espíritu es probado por un divino instante, en su propia evolución de eternidad; más, nadie fué obligado a ello; pues escrito está, que mis hijos terrestres fueron advertidos, desde hace ya, muchos siglos; en el mismo divino paraíso; de los primeros padres terrenales: Podrás probar de todo, menos del árbol de la ciencia del bienestar; cuando este bienestar pasajero, es producto del sufrimiento de mis hijos; pues, escrito fué: Quien ofenda a cualquiera de sus hermanos de prueba, a Mí me ofende; pues estoy en todos ellos; escrito está, que el Señor está en todas partes; en lo conocido y lo desconocido; en lo comprendido y lo no comprendido; Sí hijo divino; así fué y así será por los siglos de los siglos; el mundo terrestre quiere ser salvo; pero por causa de un grupo de naciones ambiciosas y explotadoras, hizo que se escribiera un divino Juicio Final; de haberse cumplido con mis divinos Mandamientos, el divino Padre Jehova, no habría tenido necesidad de este Juicio Final; pues la ambición desmedida de unos pocos, ha traído la corrupción de mi divino rebaño; el maldito dinero jamás enseñará una divina moral; sólo mis divinos Mandamientos la poseen; ellos son, la única llave que abre las puertas de los cielos; de mi infinito Universo Expansivo Pensante; pues mi divina añadidura es eso: Un infinito viaje al Cosmos; el más sublime premio que criatura alguna pueda disfrutar; la divina resurrección de toda carne; o divina eternidad física, es otro sublime y divino premio; sin ella, ninguno de mis hijos recibiría mi divina añadidura; pues mi divino poder, no se mide en leyes humanas; hay que renacer de nuevo, para tener una microscópica idea de ello; más, todo elegido viajará y profundizará lo infinito de mi eterna creación, en divina proporción, a como haya practicado e interpretado mis divinos Mandamientos; quien haya cumplido con mi divina ley de amor, de ese es el Reino de los Cielos; todo se puede alcanzar, en la eternidad; más, todo cuesta; mi divina ley, exige mérito; exige preocupación; exige ganárselo todo, con el sudor de la frente; Yo, tu divino Padre Jehova, no exijo riquezas; esa filosofía es demoníaca; ella no está en mis Sagradas Escrituras; quienes la inventaron, están contra Mí; pues ella hace que mis hijos se dividan en ricos y pobres; escrito está que satanás al dividir a mi rebaño, se divide así mismo; esto significa que todos los explotados, aplastarán al explotador; significa que el divino comunismo, que lleva todo gérmen espíritual, se materializará por su misma y sublime filosofía; el divino trabajo; que es mi divino mandato de ganarse el sustento con el sudor de su frente; es la misma divina filosofía, que reina en mis infinitas moradas; planetarias y solares; es el divino comunismo amoroso con filosofía de niños; donde todo se comparte en común; nadie puede entrar en los mundos paraísos, si no piensa, como piensa un niño; sin egoísmo alguno; y si hay niño que sienta el egoísmo, inocente es; pues ignora su causa; el llamado mundo capitalista, de los que muchos millones de hijos, se hacen llamar cristianos, viven ciegos del espíritu; atacan la única Doctrina, que les abre las puertas del Cielo; olvidan que todo humilde será ensalzado; y todo soberbio castigado; por donde mismo pecó; esto significa que el llamado materialismo; producto de la ciencia del bién, entregará hasta lo último que ha usurpado a los hijos del trabajo; pues en ello, está en divino juego el propio espíritu; pues con la filosofía de rico explotador, no se puede entrar en los paraísos del Señor; ello espantaría a mis ángeles; que no conocen tal filosofía; como no conocen la filosofía de las llamadas religiones; Sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; dibuja hijo divino:
Si hijo divino; este símbolo divino será la única Bandera que quedará por sobre todas las otras banderas; pues todas ellas pertenecen al mundo materialista; con una pasajera filosofía de explotación del hombre por el hombre; es una maldita filosofía; pues el materialismo explotador, es contrario a mis divinos Mandamientos; es uno de los árboles filosóficos que no plantó tu divino Padre Jehova; y que de raíz será arrancado; Sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; la única y divina filosofía que enseñan mis Sagradas Escrituras, es la misma que vienen luchando mis humildes hijos del trabajo; en tu planeta Tierra se le conoce por Comunismo; pues te diré hijo divino, que esa sublime Doctrina, la tienen todos mis hijos, en sus mismas semillas espírituales; pues en mi divino Reino Celestial, nadie está sometido a nada; el llamado dinero de tu mundo, es desconocido en mi divina morada; esa maldita filosofía espantaría a mis ángeles; que nada saben del término propiedad; pues ello es sinónimo de egoísmo; la única filosofía de mis ángeles, es la filosofía de un niño celestial; que no ha sido sometido a influencias ni a enseñanzas, que son creadas por verdaderos demonios del interés; el egoísmo; la mentira; las pasiones desmedidas; la falsedad; la lujuria; y todo aquello que causará un tremendo llorar y crujir de dientes; porque, te diré Hijo Primogénito, que todo rico terrestre, cuya riqueza sea producto de maldita explotación, maldecirá las riquezas; y maldecirá mil veces haber nacido; ese es el destino que le espera a todos los ricos; no tendrán derecho a quejarse; mi divina voz, se los viene advirtiendo por siglos y siglos; en todos los idiomas; en todas las naciones; así es hijo divino; me refiero a la divina parábola que dice: Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los Cielos; porque se le enseñó a la criatura humana, que todo daño causado a mis humildes hijos del trabajo, a Mí me lo causan; y también se le enseñó que la vida terrestre, es sólo una corta prueba para el espíritu; frente a su propia eternidad; y se le enseñó también y por sobre todas las cosas: Adorarás a tu Señor, por sobre toda gloria terrestre; por sobre toda filosofía ajena a mis divinos Mandamientos; por sobre todas las cosas; por sobre tí mismo; por lo tanto, el maldito materialismo que violó esta divina ley, desaparecerá de la faz de la Tierra; por algo fué escrito, que los humildes serían los primeros, en recibir mi divina añadidura; que consiste en el más sublime viaje por el Cosmos infinito; pues después del año 2001, la criatura terrestre viajará a la divina velocidad de la luz, por el Universo Expansivo Pensante; lo hará en esas deslumbrantes naves plateadas; que mis hijos terrestres llaman platillos voladores; Sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; muchos hijos de la Tierra, niegan la exsistencia de estas divinas naves; cuya exsistencia se remonta a mucho antes de los actuales soles; ellos surgieron a la vida, antes que el género humano; pues la vida humana no ha sido la única, ni la primera; ella es un principio de vida; desconocida en el resto del Universo; y a la vez conocida; es la vida de la carne; un sistema de vida que sirve de prueba e infinita experiencia a los espíritus primarios; todo aquél que niega a mis divinas naves plateadas, a mí me niega; ¿No se le enseñó acaso, que el Señor está en todas partes? ¿no saben acaso los llamados cristianos, que el poder del Padre Jehova es infinito; que no se mide en el conocimiento humano? Sé hijito que muchos demonios de forma humana, saben que los platillos voladores exsisten; y sin embargo los niegan; así también, les será negada la entrada en mi divino Reino; quién niega a uno de mis hijos, a Mí me niega; porque has de saber hijo divino, que todo planeta; toda criatura pensante; toda nave celestial, todo absolutamente todo ha salido de mis divinas manos; nada es imposible para el Creador de la vida humana; que antes que surgiera ésta, habían ya en el espacio infinito, otras infinitas clases de vida; que eran y lo son, otras divinas pruebas planetarias, para otros infinitos espíritus; pues, escrito fué, que muchas moradas tiene el divino Padre Jehova; y mis divinas moradas, son para habitarlas; para los que renacen o reencarnan de nuevo a las infinitas vidas planetarias; pues la divina reencarnación, es nacer de nuevo; en el Mundo Celeste, nadie renace; porque todos mis hijos, pertenecen a él, por derecho propio; sólo se ausentan por intervalos cortos; cuyo período de tiempo, se llama divina prueba de vida planetaria; y es sólo un divino chispazo de tiempo; pues un segundo celeste, del Universo celestial, corresponde a un siglo terrestre; Sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; el materialismo deberá retractarse; deberá reconocer que ninguna de sus ciencias, le dará la eternidad física; que mis divinas Escrituras enseñan como la divina resurrección de toda carne; pues el materialismo mata la eternidad de todo espíritu; pues las virtudes, se ven estancadas en su progreso expansivo; todo espíritu materialista, las somete a una sola línea de prgreso; este progreso vá contra mi divina ley de amor; las virtudes de un materialista, sólo ven el presente; les cierra el paso al futuro; les niega la entrada a mis humildes hijas a mi divina morada; están esclavizadas al rey del dinero; que no es más que satanás; en una de sus formas, por alejar a los espíritus de mi divina luz; es por eso que fué escrito, que ningún rico, producto de una maldita filosofía de explotación del hombre por el hombre, entra en mi divina morada; tal filosofía es totalmente desconocida en mis moradas celestiales; ella pertenece a espíritus primarios; que prueban filosofías propias de la imperfección, en los microscópicos mundos de la carne; escrito fué: Débil es la carne; porque débil es también su filosofía; pues cada criatura se hace su propio cielo; según el avance que cada espíritu, dió a sus propias virtudes; en su pasajero paso por los polvos cósmicos; es decir por las moradas planetarias; la Tierra hijo amoroso, es uno de aquellos mundos, en que cada espíritu, pidió una divina prueba filosófica; son pruebas que todo espíritu humano, prometió cumplir; nadie vá a los microscópicos planetas sin un divino plan evolutivo; en virtud divina del libre albedrío, exsisten en la Tierra, infinitos pensares; distintos destinos; pero una sola y divina meta: Llegar a mi divina morada, en mejores condiciones de perfección; pues la divina alabanza que cada espíritu me prodiga, está en infinita relación con su propia evolución; a mayor evolución, más inmenso es el divino sentir espíritual; y este sentir espíritual, constituye la divina Jerarquía espíritual; y ella es la divina sal filosófica, de su propia añadidura; pues sólo el divino conocimiento, constituye el poder; no hay otro poder que ese; y su divino símbolo es el divino Corderito; por lo tanto, la fuerza física, no es árbol plantado por tu divino Padre Jehova; y de raíz será arrancado en el planeta Tierra; mis Sagradas Escrituras no lo enseñan; enseñan todo lo contrario: Amarse los unos a los otros, como hijos de una misma familia; pues todos han salido de un sólo Padre Eterno; todos pertenecen a una sola creación; no sólo el polvo planetario terrestre; sino, que todos los mundos del infinito Universo Expansivo Pensante; una cosa es la filosofía que determinadas criaturas prueban en determinado planeta, y otra cosa es el divino principio común de todos;
siendo mi divina creación infinita, lo son también sus mundos con sus respectivas filosofías pensantes; el hombre en su actual evolución, sólo cree en los mundos de su propia constitución; no imagina, que es el mismo hombre, el desconocido en los espacios infinitos; el hombre como criatura de carne, es microscópico en sus concepciones; el mismo infinito de mis divinas moradas, lo anula; al grado tal, que cree conocerlo todo, y no conoce nada; sólo se conoce, cuando se ha terminado una divina escala de determinada vida; las escalas de las distintas clases de vida, no se puede calcular en evolución humana; pues el hombre, recién empieza a despertar en su propia escala; está en el primer peldaño; cuando termine su propia escala de vida, los actuales universos, ya no estarán; pues los planetas pasan; más mi divina Palabra creadora de: Hágase la luz y la luz fué hecha, aún no pasa; sigue creando soles y mundos; y jamás cesará; así es y así será por siempre jamás; la Tierra y sus criaturas tuvieron una oportunidad de convertirse en planeta-paraíso; más, por culpa de un grupo de individuos acomplejados al oro, tan sublime deseo fué imposible de realizarse; si la humanidad no los hubiese conocido, otra sería la historia para la Tierra; el haber conocido a los influenciados por el oro, constituirá para el género humano, la más grande y la más dolorosa de las experiencias; tan doloroso fué el haberlos conocido, que ninguna criatura humana volverá a entrar al Reino de los Cielos; esta tragedia sin igual, está contenida en la divina parábola-advertencia que dice: Y habrá llorar y crujir de dientes; porque las divinas advertencias salidas de Dios, incluyen el todo sobre el todo de sí mismo; porque lo de Dios no tiene límites; es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que en los lejanos planetas de pruebas, no conocieron a ninguna criatura ambiciosa; a que puedan entrar, los que tuvieron la desdicha de conocerlos; el drama humano de no volver a entrar al Reino de los Cielos, lo provocaron los llamados ricos; porque ellos impusieron su extraño reinado, valiéndose de la fuerza; sus extraños complejos al oro, necesitaba del extraño apoyo de la fuerza; los llamados ricos se tomaron el extraño libertinaje de valerse de la fuerza; si ellos hubiesen vencido a su extraño complejo de la posesión de las cosas, ellos no habrían caído en el extraño libertinaje de valerse cobardemente de la fuerza; se dice extraño porque ni ellos los ricos, pidieron a Dios ser ricos y tentarse con el uso de la fuerza; porque nada injusto se pide a Dios; en el Universo infinito, todos saben que el Eterno el divino Padre Jehova, es infinitamente justo; por lo tanto ningún espíritu pensante cuando hace pedido de vidas a Dios, ninguno incluye el tener más que otro, en los lejanos planetas de pruebas; por lo tanto la sensación de ser rico, no es del Reino de los Cielos; el rico no tiene herencia en la morada de Dios; todo llamado rico es extraño al Reino de los Cielos; esto estaba contenido en la divina parábola-advertencia que por siglos y en todos los intantes de la vida, decía: Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja, a que un rico entre al Reino de los Cielos; esta divina advertencia tan antigua como la vida misma, no fué tomada en cuenta por los llamados ricos; tanto peor para ellos; porque además de no entrar ellos al Reino de los Cielos, ellos quedan infinitamente alejados del Reino del Padre; este alejamiento ó distancia sideral del Reino de los Cielos, es proporcional al grado de indiferencia ó de desprecio, que cada rico se provocó en sí mismo; es la falta de interés conque el espíritu de rico, miró ó consideró al divino Evangelio de Dios; a los llamados ricos surgidos de un extraño y desconocido sistema de vida, no se les perdonará ni una molécula, en el divino juicio de Dios; porque es más fácil que se le perdone, a uno que no fué rico; es más fácil que sea perdonado uno que sufrió en la prueba de la vida, por culpa de los hombres; a que sea perdonado uno que por sus culpas y ambiciones, hizo sufrir a otros hombres; toda abundancia que a otros hace sufrir, siempre pierde en los divinos juicios de Dios; es más fácil que gane en los divinos juicios del Padre, uno que a nadie hizo sufrir; los llamados ricos con sus extrañas ambiciones, se olvidaron de la divina parábola-advertencia que dice: No hagas a otro, lo que a tí no te gustaría que te hiciesen; y los ricos con sus ambiciones, provocaron un extraño desequilibrio en la economía planetaria; la tragedia de ellos constió en que de sus maneras ambiciosas de pensar, se atrevieron a crear un sistema de vida; es como uno que encontrándose sucio por dentro, tomó la iniciativa de crear algo al que consideró limpio; la corrupción del mundo de la prueba, la encabezaron los llamados ricos; porque la primera de las pudriciones, fueron sus propias sensaciones de ambición; el modo de pensar de ellos, corrompió al mundo; si ellos hubiesen pensado de otra manera, otra sería la historia del mundo; la prueba de la vida para todos, consistía en no corromper al mundo con su propio pensar; cuando el Hijo de Dios se llenó de cólera y correteó a latigazos a los comerciantes del templo, en la historia antigua, lo hizo proyectando su divina mente hacia el futuro; en ese instante, el Hijo Primogénito vió la cizaña del comercio en los siglos venideros; vió a los millones de seres, que serían víctimas de los abusos, acaparamientos, precios abusivos etc. etc.; vió el futuro yugo humano; vió a satanás tomar la forma, de extraño comercio; y vió que la cabeza de satanás eran los ricos; todo el drama lo vió en un microscópico instante; más allá de ese instante, habrían siglos de sufrimientos, frustraciones, desengaños, suicidios; y viendo el futuro que le esperaba a la humanidad, vió el nacimiento de la gran bestia; vió al monstruo que crearían de padre a hijo y de generación en generación, los más influenciados por el oro; a este monstruo que cobardemente se guarece trás la fuerza, el mundo de la prueba le llamó el Imperialismo; y lo más extraño y desconcertante surgió durante el reinado de la bestia; surgieron los llamados revolucionarios que actuando como tales, jamás se atrevieron a cortar los lazos que les unían a la bestia; tan extraños revolucionarios serán llamados cobardes y traidores por el Hijo de Dios; porque para haber sido el perfecto revolucionario, en un extraño y desconocido sistema de vida, los que se dijeron revolucionarios, no tenían que poseer en sí mismos, ni una molécula de la extraña influencia del oro; porque a los que fueron guías de naciones, durante la prueba de la vida, el Hijo de Dios les exijirá poco menos que la perfección; esta exigencia que hará llorar a los extraños presidentes, reyes, ministros de las llamadas naciones, fué anunciada en el divino Evangelio de Dios, como el Gobierno de Hierro de Cristo;
y su complemento es el llorar y crujir de dientes; para gobernar a un rebaño llamado nación, el que gobernaba no tenía que estar influenciado por el oro; el tal tenía que ser lo más perfecto y limpio, dentro de la imperfección humana misma; los que gobernaron a las llamadas naciones, serán maldecidos por los mismos a quienes gobernaron; porque naciones enteras serán llamadas cómplices de sus extraños guías; porque para verguenza de todos, ninguno de ellos se sabía de memoria el contenido del divino Evangelio de Dios; ninguno de ellos había cumplido lo que ellos mismos le habían prometido a Dios; la ingratitud del extraño guía, llena de verguenza a los millones que le siguieron y que le aplaudieron; porque en el llorar y crujir de dientes, triunfa lo de Dios; la tremenda cegera de los guías de naciones, fué la de gobernar apoyados en los ricos; ¿No sabían acaso que ningún rico entraría al Reino de los Cielos? y si lo sabían, ¿por qué los consideraron como personas normales? Tal pregunta tendrán que contestarla ellos mismos, al Hijo de Dios y en presencia de muchedumbres cuyo número oscurecerá el sol; mares humanos jamás vistos por ojos humanos; y estas muchedumbres que en el pasado obedecían al extraño guía, no les perdonarán ni una molécula de lo que ellos hicieron; es la desesperación de los que ven la realidad y sus destinos, en el tiempo conocido como el llorar y crujir de dientes; las multitudes cuando ven a los causantes, por los cuales ellas no entrarán al Reino de los Cielos, tales multitudes piden al Hijo de Dios, que los causantes de sus tragedias, sean condenados al fuego eterno; siempre ocurre igual; en infinitos otros planetas tierras, otras infinitas muchedumbres hacen lo mismo; en la más microscópica unidad de tiempo, infinitos planetas tierras están viviendo los sucesos que se viven en esta Tierra; porque en ningún instante imaginable, la creación de Dios tiene límites; en lo que está por venir, a los llamados ricos les tocará lo peor; porque ellos pidieron a Dios, que con la vara conque ellos midieran a otros, fueran ellos tambien medidos; si ellos por sus ambiciones desmedidas, crearon en otros la pobreza, ahora a ellos tocará vivir en pobreza; porque hasta el alimento tendrán que mendigarlo; si ellos los ricos hubiesen creado en otros, otra sensación que no sea la pobreza, igualmente tendrían que vivir la sensación que en otros provocaron; la prueba de la vida consistía, en perfeccionar las propias sensaciones que había en cada uno; los llamados ricos las desvirtuaron en un microscópico presente; es por esto que en el futuro cercano, ellos tendrán que vivir sensaciones desagradables; cada uno se hace su futura cosecha de futuras sensaciones a vivir, de acuerdo a lo que hizo en los instantes vividos, en su microscópico y efímero presente; el ser rico y aceptar leyes desiguales, es sencillamente jugar sucio y violar las leyes de la honradez; si los llamados ricos hubiesen aceptado las leyes de la igualdad, otra sería la historia para ellos; porque otras serían la cualidad y calidad de sus ideas y sensaciones; los llamados ricos de la Tierra perdieron lamentablemente su tiempo en la prueba de la vida; porque se perdieron una vez más, la oportunidad de volver a entrar al Reino de los Cielos; y a la vez, atrasaron su propia evolución como criaturas humanas; porque es difícil que los elementos del Universo, les vuelvan a prestar su divino concurso de alianza de vida, a los que violando las leyes de la divina igualdad de Dios, se hicieron ricos en un planeta de pruebas; el que la hace una vez, es difícil que en lo futuro, vuelva a tener la misma forma de vida; el divino Padre Jehova dá y quita; es más fácil que vuelva a ser un futuro ser humano, uno que no fué rico durante la prueba de la vida; a que lo vuelva ser uno que se tomó el extraño libertinaje de poseer más que otro; lo que hace más gravísima la falta de injusticia cometida por los ricos, es que fueron avisados por siglos a través del divino Evangelio de Dios; esto es negarse todo futuro perdón; el drama de los llamados ricos fué divinamente anunciado como el llorar y el crujir de dientes; el divino aviso era para ellos; no era para los necesitados que ellos mismos crearon; la bestia se constituyó en un ente de las tinieblas estando en prueba de vida; es por esto que le sorprende la llegada del Hijo Solar Cristo; este asombro fué anunciado al mundo como la llegada del ladrón de noche; término propio de los que desvirtuaron un sistema de vida; porque todo lo salido de ricos es pudrición; y quien tiene la desgracia de probar su fruto, el desdichado no entra al Reino de los Cielos; porque las divinas advertencias de Dios; había que tomarlas en cuenta en la prueba de la vida; es más fácil que sea tomado en cuenta en el Reino de los Cielos, uno que en la prueba de la vida, tomó en cuenta a Dios; a que sea tomado en cuenta, uno que cayó en el extraño libertinaje de olvidarlo; la prueba de la vida consistía en agradar a Dios hasta en su última molécula; quien no lo hizo, no entrará al Reino de los Cielos; porque desvirtuaron la obra pedida a Dios; la prueba de la vida consistía en conservar la inocencia de un niño; y la humanidad tenía la obligación moral de escoger la psicología que le condujera a la conservación de su inocencia; para desgracia de todo un planeta, los llamados ricos les salieron al encuentro, con sus extraños complejos con respecto a la posesión; la calamidad más grande en toda la historia humana, se hizo presente en un determinado instante de la vida misma; este instante lo verá todo el mundo en la television solar; este instante será llamado por toda la humanidad, el Instante del Principio del Yugo; porque a todas las generaciones que le precedieron, a todas les cayó desvirtuamiento en sus sensaciones é ideas; el drama se hizo poco menos que inevitable; porque la extraña herencia de la bestia, se fué transmitiendo a través de la sangre; y surgió un extraño sueño en la criatura humana; porque todo espíritu duerme en lo que cree que está correcto; más, desde el instante en que se vivió influenciado por la bestia, nadie vivió en lo correcto; nadie vivía en inocencia propia de niños; porque el interés y el egoísmo se introdujeron en la perfección de cada uno; y mientras exsista el modo de pensar de los ricos, exsistira también la tragedia; en la prueba de la vida, no se podía servir a dos ó más señores, porque se corrompía la inocencia de niño; el mundo de la prueba comprobó en sí mismo, que sirviendo a psicologías corrompidas como la es la de los ricos, es imposible seguir conservando la inocencia propia de un niño; y desde el instante que se pierde la inocencia de un niño, la criatura jamás volverá a encontrar su felicidad; la verdadera felicidad excluye a toda forma de pecado; el que en su manera de pensar incluyó el pecado como algo irremediable, él mismo perpetuó su propia desdicha; porque en el divino Juicio de Dios, se tomará en cuenta hasta la última molécula del modo de como se pensó, cuando se tenía la certeza, de que se era un pecador; porque entre todas las sensaciones contenidas en el pensar, está la sensación del arrepentimiento; y es más fácil que logre un perdón en el divino juicio de Dios, uno que atendió a su sensación de arrepentimiento en la prueba de la vida; a que lo logre uno que le opuso una extraña resistencia mental; el soberbio siempre pierde en los divinos juicios de Dios; es lo que les sucederá a los llamados ricos de la Tierra; porque una de las extrañas propiedades del oro, era la de endurecer los corazones y las mentes de los que lo poseían; porque hasta se mataban por poseer más oro; de verdad os digo ambiciosos del mundo, que todo oro codiciado lo paga el espíritu ambicioso, molecula por molécula; y por cada molécula de desmedida ambición se vuelve a vivir una exsistencia, fuera del Reino de los Cielos; y como todo ambicioso contribuyó al sufrimiento y a la pobreza de muchos, es que cada futura exsistencia para los que fueron ambiciosos, será de pobreza, dolor y lágrimas; la vara conque se midió a otros en una exsistencia, acompaña a los violadores de la ley de Dios, por infinitas exsistencias.-
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